Los argentinos eligieron un ultraderechista en las elecciones recientes. El candidato Javier Milei llevará al país al desastre implementando pólizas fallidas del pasado. Esto incluye la dolarización del país que en estos momentos se encuentra gravemente endeudado.. El candidato populista también pretende cerrar el Banco Central de la Argentina cuyo acto va a desestabilizar una economía ya vulnerable y traer el caos. El cambiar de monedas no va a solucionar nada. Es más que el candidato ultranacionalista tiene planes de privatizarlo todo. Esto se vio en las economías sudamericanas de los 80s con la neoliberalización que trajo graves problemas en los años siguientes. El eliminar la infraestructura con el propósito de introducir capital extranjero nunca ha traído buenos resultados. La economía tendrá unos pocos años de crecimiento el cual dará la impresión que el país está progresando. Es que se está vendiendo todo – incluyendo los recursos naturales – será desastroso. Al venderlo todo una vez que se gaste ese dinero el país se va a encontrar sin ninguna manera de poder generar ingresos y tampoco van a poder pagar las grandes deudas que aún seguirán sin poderse pagar. Este tipo de “progreso” la Argentina no necesita.
La verdad es que la elección de este candidato demuestra la incertidumbre que existe dentro de la población. Muchos argentinos quieren respuestas inmediatas a un problema que requiere muchísimo tiempo para preparar y analizar. Las decisiones drásticas siempre resultan con más problemas. Lamentablemente por mucho que el candidato Sergio Massa trató de explicarle esto al pueblo, el pueblo eligió tomar medidas sumamente irracionales en frente de una crisis económica de la cual el país no ha visto en más de 20 años. La elección de este fascista quizás detendrá lo inevitable por unos años pero lo que vendra será mucho peor.
Vimos lo que hizo el modelo neoliberal bajo la dictadura pinochetista en Chile. Donde el país carecía de infraestructura gracias al modelo de los Chicago Boys. Esto no se vio hasta el colapso de la economía chilena a fines de la década de los 80. Por mucho que los defensores de la dictadura digan que Pinochet dejó la economía fuerte y estable – esto es históricamente falso. Todo lo que hizo fue gastar lo que el país no tenía y venderlo absolutamente todo. Lo mismo pasará en la Argentina con el presidente-electo Milei. Una vez que un país le entrega todo a los intereses capitalistas internacionales – es el principio del fin.
La izquierda Argentina lamentablemente no anticipó la candidatura de este payaso ni tampoco la frustración a través del territorio nacional. No me cabe ninguna duda que el peronismo podrá lograr derrotar esta tendencia sumamente irresponsable que ha tenido éxito este mes. Ahora hay que reconocer al ganador y hay que reconocer que la derecha tendrá la habilidad de gobernar el país. Esto es lo que se llama democracia. En la democracia hay ganadores y hay perdedores. Lamentablemente los peronistas no son los únicos que perdieron. El pueblo entero de la Argentina sufrirá daños irreparables con la administración que viene. Ni siquiera le doy un periodo entero a este candidato. Creo que dentro de 6 meses comenzará a destruir absolutamente todo lo que tenga la Argentina a su nombre. Dentro de un año de su administración les aseguro que su aprobación nacional caerá prácticamente al suelo. Este señor únicamente tiene dos años de vida pública. Nadie sabe casi nada de él. Es un simple comediante y no un estadista. No tiene idea de cómo correr con una economía ni menos con un gobierno. Es una persona que dice lo que la audiencia quiere escuchar y sabe cómo hacer que la gente se ría. Aparte de eso no tiene mucho de qué hablar.
Yo no he escrito este artículo para atacar al presidente-electo Milei. Lo escribi únicamente para expresar mi opinión política. Creo que candidatos como este y al igual que Donald Trump son candidatos que el pueblo elige porque están frustrados con la realidad que viven. Si uno se pone a pensar qué es el populismo es únicamente decir lo que una audiencia quiere escuchar. Un populista le puede decir a tres o cuatro audiencias políticamente opuestas una a la otra exactamente lo que cada audiencia quiere escuchar. No tienen una manera de poder realizar sus promesas ni tampoco el deseo de hacerlo. El populismo es nada más que mucho habla y poco hacer.
Pero no tome mi palabra, en cambio miren los resultados. El cierre del Banco Central y la dolarización no mejorarán la economía en absoluto. Y eso es algo que se va a poder ver prácticamente inmediatamente. Esos dos actos no van a cambiar la habilidad del país en pagar la deuda externa ni en gastar más lentamente. El vender los recursos naturales tampoco va a sostener la economía a través de un largo periodo de tiempo. El presidente-electo Milei también será un presidente que actuará contra los derechos laborales de centenares de miles de trabajadores argentinos. Con tal de introducir capital extranjero tendrá que disminuir las protecciones laborales e incluso el poder de los sindicatos. Los capitalistas extranjeros les gustan los países donde hay prácticamente cero intervención gubernamental en los centros de trabajo. Les gusta la mano de obra barata y con las más mínimas regulaciones posible. Es decir que la argentina se creará en una base de trabajadores baratos con pocos recursos y hasta menos habilidad de negociar para mejores planes de pago y beneficios. Si ustedes llaman eso progreso no sé qué decirles.
El presidente-electo Milei es una persona que acusa al papa de comunista y ve rojo donde sea que mire. Imagínense la mano dura que tendrá contra la oposición si esta se atreve a tomar las calles a manifestar. A pesar de que ha sido democráticamente elegido, su presidencia no será muy diferente a la de las dictaduras militares. Aparte de su ineptitud para gobernar, me imagino que va a tener muy poca paciencia para aguantar a cualquiera que se le atreva criticar. Este presidente incluso es capaz de sacar las propias fuerzas armadas argentinas a las calles para reprimir la voluntad popular. Aparte de el daño económico que le va a hacer a la Argentina, temo de que también sea un presidente que le tenga muy poco respeto a los Derechos Humanos.
Reitero, la Argentina debe prepararse para un período desastroso, tanto económicamente como culturalmente. El fascismo ha llegado a la Argentina y quizás esta vez no se vaya por un buen tiempo.