Muchas personas temen la relación entre Alejandro Giammattei y Consuelo Porras. Guatemala está al borde de otra dictadura con una guerra civil y con mucha duda acerca del futuro. Guatemaltecos y guatemaltecas están en las calles luchando por la democracia formando parte del paro nacional y poniendo toda su fe en Dios Todopoderoso. El país se encuentra al borde del caos con un presidente que tiene muy poco respeto para el orden de la ley. Las autoridades judiciales tampoco han demostrado ningún tipo de cuidado cuando viene al tema de la transición democrática presidencial. El Ministerio Público está completamente desatado y haciendo lo que se les antoje. Les importa un comino las repercusiones que sus actos puedan tener. El arresto Público de Mariela Blanco demuestra que el Ministerio y la policía están trabajando juntos para reprimir a todo el que se atreva a criticar al gobierno en cualquier plataforma.
Mariela Blanco es una joven activista, miembro del movimiento semilla, que se ha dedicado a tratar de llevar la voz del pueblo a las posiciones más altas del gobierno. Y por eso que ahora se encuentra arrestada y más que probable será enjuiciada en una corte de muy poca validez legal. Guatemala se acerca más y más a una dictadura.
Los Estados Unidos de Norteamérica, la OEA, la Unión Europea y las Naciones Unidas miran a Guatemala con mucho. Miran a un presidente que cada día está más aislado de los que lo respaldan. Miran a una fiscal completamente fuera de control y miran a un gobierno súper inestable.
Mientras tanto Sandra Torres, la candidata derrotada del partido más grande de Guatemala, sigue completamente fuera de circulación. Muchas personas creen que ella está tramando algo grande para enero 2024 cuando supuestamente el presidente actual tendrá que dejar el mando.
La situación en Guatemala cada día empeora más. Muchas personas miran al vicepresidente Guillermo Castillo con mucha esperanza pero otros dicen que el vicepresidente y el presidente actualmente no tienen ningún tipo de intercambio. El vicepresidente por su parte tiene muy poco chance de asumir el control del país si el presidente no se lo otorga. Mientras tanto las autoridades indígenas exigen la resignación de Consuelo Porras. Consuelo Porras – en este momento – se considera una de las personas más poderosas en la República de Guatemala. Incluso hay personas que creen que ella es más poderosa que el mismo presidente de la república.
La verdad es que Consuelo Porras tiene que renunciar y eso no lo digo únicamente yo, sino también las autoridades indígenas de los 48 cantones y de Solola. La señora fiscal está mucho más que sobrepasada de los límites que su oficio permite. El Ministerio Público bajo el control de Consuelo Porras está actuando de una manera irresponsable e imoral. El pueblo tiene miedo y así no debe ser en una democracia.
Incluso estudiantes universitarios han sido pateados por la policía antimotines. Mire lo que pasó en la universidad de San Carlos, la universidad pública guatemalteca. Donde estudiantes pacíficamente demostrando fueron apaleados por las autoridades bajo las órdenes del Ministerio Público y del gobierno de Alejandro Giammattei. Desde cuándo qué ciudadanos son castigados por expresar su opinión política en una manera cívica y legal. Ese tipo de cosa unicamente se ve en las dictaduras más asquerosas y esa es la dirección en que se encuentra Guatemala moviéndose día a día..
La hora de asumir los puestos de defensa de la legitimidad y de la honradez ha llegado. Guatemaltecos y guatemaltecas de todas edades deben permanecer en las calles, en los lugares de trabajo, en las universidades y en las iglesias. La voz de los hombres y de las mujeres libres nunca debe callarse.
El pueblo unido jamás será vencido. Y rezo por Guatemala y por su democracia